domingo, 15 de mayo de 2011

... mujeres, hombres, dinero y viceversa ...

Hace unos días recibí la visita de una amiga que hacía tiempo no veía, a la que se le notaba en la cara cierta preocupación por algo, que más tarde me contó...
El problema en sí, no era con su pareja; no era al menos un problema personal en la relación (así lo describió) sino, del dinero de él, el de ella.. y el de ambos.

Cuantas discusiones nos acarrea ese bien material a lo largo de la vida??
Quien me diga que nunca ha tenido una discusión por el dinero, miente.
En mi opinión, esa discusión-conversación debería sobrar, se debería dar por sabido y por sentado, que lo de cada uno es de cada uno, y que cada uno tiene una vida, un trabajo, un salario, unos gastos, unos vicios... y después, está la relación en la que cada uno aporta lo que sea para complementar al otro.
Pero no es así, a final de mes, no hay dinero que llegue. Y la cosa se agrava aún más, si cualquiera de los dos miembros trae una deuda, crédito o similar, anterior a la relación.
Cualquiera entendería que es una deuda asumida por esa persona y que no debería repercutir en la otra.
Sí, se podría apoyar en ella y buscar ayuda; pero en ningún caso, aprovecharse de la situación y "compartir" ese marrón.
Bueno, eso en ocasiones (por no decir en la mayoría de los casos) se pasa por alto, y se acaba uno/a sintiendo la mamá o el papá de su pipiolo/a. Lo que lleva a una discusión sin retorno y con el agravante de intercambio de reproches por las dos partes...
Paradójicamente se profiere el apelativo de "egoísta", al que reclama (con toda la razón del mundo) su dinero,  y al que se está comiendo marrones que no son suyos.
Y yo me pregunto.. quién es verdaderamente el egoísta??
Creo que todos sabemos la respuesta.

Sé que todo lo que llevo escrito hasta este momento, no les ha provocado ninguna sorpresa, porque es algo que afecta a todas las parejas del planeta.
Lo que me llama poderosamente la atención, no es que solamente se lo haya oído a esta amiga y me haya hecho pensar en ello, sino que no es la primera mujer de mi entorno a la que se lo escucho.

Antaño, era el hombre el que regalaba, cuidaba, sostenía a la mujer o el hogar.. o eso nos habían enseñado.
"El macho a cazar y la hembra a cuidar la manada y a limpiar la cueva".
Gracias a Dios (o a Budda, o Alá, o al Cosmopolitan), la mujer creció en todos los sentidos en los últimos años.
Estamos en casi todos los ámbitos, ocupando cualquier puesto que antes era impensable.

Y la cosa cambió.

Pasamos de aquel famoso: "Nosotras parimos, nosotras decidimos" al
"Nosotras trabajamos, nosotras pagamos"

Porque ahora señores, a muchas mujeres autosuficientes, que son capaces de compaginar, estudios, casa, trabajo y en muchos casos hijos; se les han juntado hombres, pegotes, lapas, artistas invitados, chupópteros, vampiros, acoplados... que no hacen más que existir; y además se saben muy bien la lección, con ser buenines y tenerlas contentas, está todo arreglado.
Hasta que salta la chispa, y ellas son las egoístas.

Y como mujer me pregunto: de verdad hemos avanzado tanto??
Nos hemos vuelto tan trabajadoras y autosuficientes, que les hemos hecho a ellos retroceder??
Y no lo digo por decir, aún cuesta encontrar hombres que reconozcan lo bien que cocinan, lo bien que planchan, lo bien que hacen la compra..

He conocido a uno, que por vergüenza, ni siquiera es capaz de sostenerle el bolso a su novia mientras se quita la chaqueta...

Benditos machitos!!!

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